Síguenos...
Hablará en nuestro 39º Congreso de un tema, sin lugar a dudas, muy atractivo. ¿En qué situación se halla la aplicación de técnicas robóticas en la cirugía vascular?
¿Cuáles son los principales hándicaps, los principales escollos, que se están produciendo en relación a la aplicación de este tipo de técnicas a nuestro ejercicio profesional?
Las técnicas de mínima invasión en nuestra especialidad, al contrario que en el resto de las grandes especialidades quirúrgicas, ha ido y sigue yendo, cada vez más, por la cirugía endovascular. Los pocos servicios que hacían cirugía laparoscópica vascular, sin robot, la han ido abandonando. La cirugía laparoscópica asistida por robot, con las indudables ventajas que pueden suponer sobre la cirugía abierta, debe ser el acicate que nos impulse a intentar adquirir estas habilidades que necesitamos para poder practicarlas.
La curva de aprendizaje es costosa, pero creo que debe merecer la pena, porque el futuro de la cirugía abierta es la cirugía robótica. Las nuevas generaciones, acostumbradas desde niños a jugar con consolas y plataformas tecnológicas, tienen suficientes habilidades para adquirir la formación necesaria con un poco de práctica. Para ello se necesita el apoyo y el impulso de los servicios y de las sociedades científicas.
Al igual que las técnicas endovasculares supusieron un antes y un después para nuestra especialidad, ¿considera que el gran reto de futuro para cirujanos vasculares pasa por la incorporación de los robots o su impacto será menor?
Mientras estos avances no se produzcan, su impacto en nuestra especialidad será menor, pero si se produjese la revolución, sería completa, porque entonces estaría en condiciones de igualdad para competir con las ventajas de la cirugía endovascular, sin las desventajas del permanente seguimiento y de las frecuentes reintervenciones a las que se tienen que someter estos pacientes, sobre todo los más jóvenes. Entonces, sí, la cirugía robótica vascular sería la del futuro, y la presencia del nuevo robot en nuestros quirófanos sería obligada.
Dada su trayectoria y amplio bagaje como cirujano vascular, ¿por dónde considera que pasará el futuro de nuestra especialidad?
Considero que el futuro de nuestra especialidad sería una combinación de las dos técnicas de mínima invasión: endovascular y robótica. Endovascular, para los pacientes más añosos y con más comorbilidades; y la robótica, para los más jóvenes y con menos comorbilidades, porque sería una cirugía más definitiva sin la necesidad del seguimiento permanente por técnicas de imagen, algunas con efectos secundarios como el TAC, y frecuentes reintervenciones por endofugas.
Nuestros
Socios
Protectores