Nadie podía esperar que íbamos a asistir en primera línea a una hecatombe sanitaria de tal magnitud, que iba a afectar de una manera tan drástica al normal funcionamiento de la cobertura sanitaria de nuestro país, tanto a nivel de asistencia primaria como a nivel de atención hospitalaria. Se aumentó el número de salas de medicina interna, así como camas de UCI en salas de reanimación.

 

Todo lo sucedido afectó claramente a los servicios quirúrgicos. Se redujeron prácticamente a cero las cirugías programadas y comenzamos a prestar apoyo ante el desbordamiento de los internistas. Se realizaban urgencias y poco más. Esto fue cambiando en función de las 'olas' y su evolución, aunque no hemos vuelto a la situación previa a la pandemia.

 

 

Realmente hoy día estamos mejor en cuanto a actividad en nuestros servicios, tanto en número de quirófanos como en actividad de consultas, con variaciones puntuales de un par de semanas. Todos tenemos puestas todas nuestras esperanzas en las vacunas, pero esto todavía no ha acabado.

 

 

Tenemos una profesión que tiene que estar preparada para situaciones como la ocurrida. Y no sólo el personal sanitario, sino también la clase política, que es la encargada de hacer posible el suministro de recursos indispensables. En este caso creo que no ha habido una coordinación a nivel estatal deseable. 

 

Hemos aprendido que la gente es capaz de colaborar, de poner ilusión para acabar con este desastre, de que entre todos podemos lograr aportar algo para que esto termine de una vez

 

 

Tenemos previsto, si la situación sigue este camino y si no hay datos de empeoramiento, retomar nuestra actividad  como sociedad de forma presencial con las dos reuniones interhospitalarias, una ahora en Jaén y la otra en Antequera a principios de otoño, y el Congreso de la SAACV, también presencial (repito, si la situación lo permite) en Jaén a principios de noviembre.

 

 

Nuestro programa de becas de rotación en el extranjero, la continuación de los Registros de la SAACV de actividad en el terreno de los AAA y del stent Supera, que tan buena acogida han tenido y que habían sido presentados en foros nacionales y extranjeros. Tenemos también pendiente el asunto de la distribución homogénea de los recursos humanos en la región, seguimos en la lucha por Córdoba. Pero, sobre todo, tenemos que recuperar lo más importante, lo esencial, que es seguir funcionando como sociedad, darnos un abrazo o un fuerte apretón de manos, y hacer que la SAACV sea un punto de referencia como sociedad científica.