Su participación representa uno de los hitos de nuestro 32º Congreso. En su primera intervención en nuestro encuentro nos hablará sobre el uso del tratamiento híbrido para la reparación de aneurismas toracoabdominales. ¿Cuáles son los puntos más destacados y novedosos de su intervención?
Es un gran placer volver a participar en el congreso de la Sociedad Andaluza de Angiología y Cirugía Vascular después de muchos años desde la última vez que lo hice. Los aneurismas TAAA representan el desafío más grande en la cirugía aórtica, y las distintas opciones modernas de tratamiento continúan evolucionando. Entre estas voy a destacar las estrategias híbridas y el tratamiento endovascular con endoprótesis complementado con el uso de conductos paralelos y chimeneas.
El híbrido se refiere a la combinación de bypasses quirúrgicos viscerales extra-anatómicos y una endoprótesis dentro de la aorta. Los resultados de tal estrategia no han sido óptimos por la tasa alta de complicaciones serias y mortalidad. Sin embargo esta opción tiene su lugar en la lista de opciones actuales pero su uso es relativamente pequeño.
Ese mismo día también ofrecerá una ponencia magistral para hablarnos de la evolución de la cirugía vascular en América. ¿Cómo ha sido esa evolución? ¿En qué situación se encuentra actualmente la especialidad en el continente americano, y de manera especial en Estados Unidos?
Me referiré a la historia de la cirugía vascular en general pero con mucho énfasis en los desarrollos endovasculares donde yo mismo jugué un rol de cierta prominencia. Fue un proceso muy interesante y complejo, marcado sobretodo por el antagonismo feroz de los cirujanos tradicionales al principio que reusaban aceptar y aún menos adoptar estas técnicas. Fue la emergencia del EVAR para tratamiento AAA lo que finalmente les convenció que no tendríamos futuro viable sin abrazar y adoptar las técnicas endovasculares.
No cabe duda que hoy en día las técnicas endovasculares dominan completamente la especialidad, aunque la cirugía abierta tradicional se sigue practicando pero con una frecuencia mucho menor. De hecho, ahora nos topamos con el problema de cómo entrenar los médicos jóvenes en la cirugía abierta con tan pocas intervenciones de tal tipo en la mayoría de los hospitales y centros en Estados Unidos.
¿Qué visión tiene de la cirugía vascular y endovascular que se practica actualmente en Europa, y sobre todo, en España?
La verdad que la realidad en Europa, y en España en particular, no es tan diferente respecto a Estados Unidos excepto que tal vez aún se hace mas cirugía tradicional abierta. Además existe un ambiente regulatorio mas laxo y no tan restringido como el que tenemos en USA con la FDA. Esto tiene sus cosas buenas y malas. Es bueno porque los médicos y la población logran acceso a muchas tecnologías y avances más rápido y de forma más amplia que en Estados Unidos o Japón, por ejemplo. Y malo porque también logran acceso a veces de forma prematura con dispositivos que no funcionan bien y tienen problemas. Son las dos caras de la misma moneda.
Personalmente, creo que para el paciente considero que la situación en Estados Unidos es más segura, pero los cirujanos se frustran mucho de tener tantas limitaciones para ejercer su profesión de la manera que desean.
A parte de eso, las situaciones económicas y de seguro de salud varían enormemente de país a país. Generalmente, en Estados Unidos tenemos muchas más posibilidades de tratar a más pacientes con alta tecnología porque la economía lo permite, pero la situación probablemente se va a deteriorar algo en un futuro cercano. Cómo pagar por tantas tecnologías caras es un dilema enorme en todo el mundo.
Desde su perspectiva, y teniendo en cuenta su experiencia, ¿cuáles considera que van a ser los grandes avances que va a dar la especialidad en los próximos años, y cuáles los principales retos que va a tener que solventar?
Considero que la cuestión económica, el sostenimiento del sistema y el acceso de todos a las mejores técnicas y tecnologías va a ser, en general, el principal reto al que nos vamos a enfrentar. En el caso de nuestra especialidad, considero que el entrenamiento de cirujanos jóvenes en técnicas quirúrgicas abiertas es otro reto de gran magnitud.
Desde el punto de vista de nuestros pacientes, yo me centraría en un sólo punto, pero que es fundamental: terminar con el tabaquismo.